A los cristianos que justifican al estado de Israel
Es prioritario que como cristianos sepamos diferenciar entre el pueblo de Israel al que Dios le hace sus promesas, siendo la rama cuando estaba en el olivo, y lo que es el estado Israel que está alejado de aceptar a Cristo, de aceptar la ley de Dios y de amar al prójimo, siendo la rama podada del olivo.
Y en cualquier caso, debemos también recordar los valores sobre la justicia, la paz y la defensa de los oprimidos que son esenciales en el cristianismo, que valga una vez más decir, el estado de Israel está plenamente alejado de ello especialmente con lo que respecta a los árabes palestinos, también descendientes de Abraham.
Mateo 5:9: Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Entre los cristiano debemos buscar la paz entre quienes están en discordia, a pesar de las dificultades que ello nos traiga, sin sacrificar nunca la verdad.
Mateo 5:38-39: »Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”. Pero yo digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.
Debemos renunciar a la venganza y aspirar a la justicia, evitar toda acción desproporcionada, no combatir el mal con un mal peor.
Lucas 4:18: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos.
Nunca debemos dar la espalda a quienes están en alguna necesidad, los seguidores de Cristo debemos estar inspirados por él y actuar en consecuencia.
Israel, como estado judío, se pone por fuera de la historia de la salvación por no aceptar a Cristo y su mensaje, que incluye en el pueblo de Dios no sólo a los hijos de Abraham en términos étnicos, sino a cualquiera por su fe en el Hijo de Dios, lo que se expresa claramente en Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
En síntesis, las promesas realizadas al antiguo pueblo de Israel abarcan a todos quienes sigan a Cristo, indistintamente de su origen étnico y los valores que nos ha enseñado no se limitan al tratamiento entre cristianos, sino que son un deber ético hacia cualquier otro ser humano, es más, se nos prescribe el amor a los enemigos en Mateo 5:43-44: Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; ”.
El estado de Israel no es equivalente al antiguo pueblo israelí, tampoco al "Israel espiritual" ni al "Israel de Dios", el estado de Israel es una creación de 1948, facilitada por la ineficiencia del Mandato Británico de Palestina para organizar el territorio del disuelto Imperio Otomano tras la Primera Guerra Mundial.
NOTA: Todos los versículos de la Biblia han sido extraídos de la versión Reina Valera 1960.
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