Confucio contra el mal gobierno

El deber de los gobernantes en el pensamiento de Confucio es un tema central, tan importante como el cultivo de la propia virtud y la aspiración de la armonía, cada uno de estos aspectos en su filosofía están íntimamente relacionados. El gobernante debe desarrollar su mandato mediante la virtud, para que los súbditos contemplen en él un modelo a seguir, de este modo, prudencia y humanidad serán principios rectores para que las leyes unan a los vasallos en beneficio del Estado. Tal como si un país fuese una gran familia, Confucio pone la responsabilidad del bienestar social en el padre-gobernante, este debe seguir ciertas reglas que inspirarán a los hijos-vasallos, que se pueden resumir de la siguiente manera:

1. Que él mismo cultive la virtud. 
2. Que haga buena acogida a los sabios, y a los hombres de bien. 
3. Que ame y respete a sus padres. 
4. Que estime y honre a sus principales Ministros, y a los que ejercen las primeras magistraturas. 
5. Que se preste a las ideas de los otros jefes inferiores, y les considere como miembros suyos. 
6. Que ame a sus vasallos como a hijos suyos: se alegre de su contento, y se aflija de su dolor. 
7. Que llame junto a sí a los hombres, cuya industria sea útil al Estado. 
8. Que reciba con dulzura y con bondad a los extranjeros. 
9. Que trate con atención, con consideración, y con amistad a sus príncipes tributarios, procurando el conciliarse su amor y su fidelidad.
(Vida y pensamientos morales de Confucio)

Cuestiones que traducidas a un lenguaje actual podrían servir efectivamente para mantener la armonía en la sociedad, obviamente, cada punto en particular podría extenderse en su especificidad. Pero ya sea en la antigua China o en cualquier Estado moderno, es sabido que estar al frente de una nación plantea gran dificultad, Confucio emplaza a quienes estén a la cabeza a no dormirse en su trono y procurar siempre el amor de los súbditos, cuidar de las leyes para que estas sean buenas, lleven a la equidad, de este modo nadie piense en romperlas. Entendiéndose de esta manera que si la ley se ajusta a la necesidad y voluntad del pueblo se mantiene el orden social. Caso contrario, si la ley es injusta, viciosa, contraria a la razón y los súbditos no “instruyen” al soberano, lo que se produce es la ruina de todos los imperios. El rey es supervisado en su actuar por los príncipes, los príncipes son observados por los ministros, nadie tiene el poder absoluto, nadie está sobre la ley. Confucio agrega además que el pueblo, mientras los asuntos públicos estén en armonía, no tendrá necesidad de inmiscuirse en los asuntos de la política. Pero también observa que esto falla, surgiendo la necesidad de reemplazar al gobernante, eso se transforma en una necesidad evidente ante un mal gobierno. Mencio, el más destacado seguidor del confucianismo, pone un mayor énfasis al momento de dar atribuciones al pueblo, considera que si el gobernante no posee las cualidades éticas que debiese tener, los ciudadanos poseen todo el derecho a la revolución y hasta matar al gobernante, lo que no sería un delito, un magnicidio responde a la necesidad de restaurar la dignidad al Estado, dignidad que ha sido arrebatada por causa de un gobierno deficiente.
Es interesante considerar que cuando el reino de Lu pasó por un momento de intensa crisis económica y se consultó al sabio acerca de aumentar los impuestos al pueblo, Confucio recomendó justamente todo lo contrario, enriquecer al pueblo, ya que él comprendía que solamente el bienestar de las personas conduce al bienestar de la nación. Su doctrina sin duda alguna resultaba incómoda para algunos, aunque es innegable que este filósofo nunca pretende prescindir de la autoridad del estado y quiere encaminarlo por la armonía, el hecho de considerar de forma tan explícita que el bienestar del pueblo y otorgarle el derecho de ejercer control sobre los que están a la cabeza le valió la odiosidad de tiranos como Shi Huandi, quien mandó a quemar todos los escritos que no le fueran funcionales a sus intereses, se cuenta que los de Confucio fueron los primeros en ser lanzados a la hoguera.

Para un examen exhaustivo sobre las ideas de Confucio sobre la labor de quienes gobiernan y sus deberes recomendamos el texto Ética confuciana. Las enseñanzas de Confucio para el servicio público de Óscar Diego Bautista.




Para citar este artículo por favor usar: 
Cárdenas, L. (15 de octubre de 2020). Confucio contra el mal gobierno. Sobre lo humano y lo divino. https://fadailalfaqir.blogspot.com/2020/10/confucio-contra-el-mal-gobierno.html

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