Técnicas espirituales sufís

Las distintas cofradías sufís han desarrollado un gran abanico de técnicas espirituales en la que se podría decir que son "especialistas", aunque también muchas de ellas son compartidas o adaptadas por otras cofradías. 

Resumiré brevemente el dikr y el sema, la primera es transversal prácticamente a todo el mundo musulmán y la segunda es la expresión más común de la orden de sufís giradores de Rumi. 

Dikr puede traducirse como recordar, este recuerdo es la remembranza de Allah, no se trata solamente de una práctica exterior, lo importante es que con el acto de recordar la mente (y el corazón) se fijen únicamente en la divinidad hasta llegar a un auténtico trance. "Así pues recordadme y mencionadme siempre que Yo os recordaré y os mencionaré" (Corán 2.152) esas son las palabra de Allah que promete a sus siervos recordarlos también.

El viajero espiritual con cada palabra que pronuncia en el recuerdo de Allah le reafirma a su consciencia el gran vínculo entre su alma y la divinidad, así mismo lo va estrechando hasta llegar al punto que este vínculo llegué a una proximidad tal en que se produce el encuentro místico.

El dikr como práctica meditativa consiste en la repetición constante de los atributos Divinos, es decir, los 99 nombres de Alláh, o bien recitando pequeñas frases, los maestros sufíes suelen darles una fase personal a sus discípulos para que estos mantengan el constante recuerdo de de Allah, usualmente la forma más simple es la repetición que se realiza 100 veces, llevando la cuenta con los dedos o con un rosario llamado tashbi, las palabras pueden decirse en voz alta, como un murmullo o mentalmente, pero el grado más alto de dikr es decirlo con el corazón, con el se logra la purificación del ego. El dikr se puede realizar de forma individual o grupal, algunas veces cuando se realiza en grupo es acompañado con movimientos que pueden llegar a constituir una danza que propicia aún más el éxtasis. 

Sema (o también sama) quiere decir escuchar, aunque su práctica ritual es también una danza acompañada de música. De ella se puede decir que es un rito fúnebre y de resurrección, donde el sufí, en principio cubierto por un manto negro que simboliza la tumba de la que se despoja, quedando solamente con su vestido blanco que recuerda un sudario y el alto sombrero de fieltro que representa la lápida, comienza a girar, a semejanza de las estrellas, planetas y todos los objetos del vasto universo. 

En la danza giratoria, el sufí conecta con la energía divina, pero sin olvidar el destino de los demás seres del mundo, es por eso que, con los brazos extendidos, una de sus manos apunta al cielo, mientras que la otra se dirige a la tierra, en ese acto el sufí se convierte en un puente para el amor divino. 

La danza giratoria dura largos periodos de tiempo en los que la música y el movimiento propician el olvido del sí mismo y la cercanía a la divinidad, en definitiva, el éxtasis del encuentro con Allah, aunque igualmente se le puede considerar no como un medio, sino como la consecuencia del éxtasis en cuestión.

El aprendizaje de cualquiera de estas técnicas es parte del camino sufí y requiere la guía de maestros idóneos que acompañen a lo largo del camino de quien aspire a convertirse en un sufí.

Texto basado principalmente en:
Nicholson, R. A,. (1999) Poetas y místicos del islam. Arkano Books

Para citar este artículo por favor usar: 
Cárdenas, L. (19 de mayo de 2020). Técnicas espirituales sufís. Sobre lo humano y lo divino. https://fadailalfaqir.blogspot.com/2020/05/tecnicas-espirituales-sufis.html

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