Religión a la carta
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Sin duda, nunca han existido
creencias o religiones puras, ya que a
lo largo de toda la historia humana los pueblos han estado en constante
intercambio y el sincretismo religioso era algo que se producía naturalmente (o
a la fuerza) con la dominación de una cultura sobre otra, por ejemplo, a fuego
y sangre se ha impuesto el cristianismo a una infinidad de cultos locales en
todo el mundo, en particular en nuestra América, donde sobreviven los rasgos de
las antiguas festividades indígenas en los bailes y cantos del
altiplano andino.
Hoy en día, no es el sincretismo
a nivel macro lo que le da diversidad al universo de creencias de las
sociedades, actualmente este proceso de mezcla se da de forma individual, ya
que cada individuo tiene la posibilidad de escoger en qué creer más allá del
espacio estanco de las religiones tradicionales. Sin duda esto parecería un
acto “liberador”, el poder ir más allá de lo que enseña una institución, ir en
busca de aquello a lo que a cada uno “le haga sentido”, una posibilidad de
ampliar la conciencia, dejando de lado los mandatos de una iglesia que te
obliga a mantenerte dentro de sus márgenes...
Pero este también es un proceso
con el que hay que ser cuidadoso, aunque no haya un grupo que a la fuerza nos
haga creer en algo, tras de todos estos procesos y la oferta de nuevos
conocimientos y técnicas también hay una dominación cultural que entra
suavemente y que apunta directamente al vaciamiento del contenido cultural
específico de cada creencia que pudiera ir en contra de los fundamentos de
nuestra sociedad capitalista y “democrática”. En estos momentos prolifera una
gran oferta y demanda de toda clase de productos que “amplían la conciencia”,
dan “sanación espiritual”, curan “traumas de vidas pasadas”... todo ello
asociado a una red de consumo de talleres, cursos y seminarios que prometen un
acceso superior a cierto “misterio” o “don” canalizado para ti con el signo de marca
registrada ® siempre y
cuando puedas pagarlo.
Nada
tiene de malo el deseo personal de explorar y conocer en la infinita variedad
de formas de espiritualidad y las técnicas que van asociadas a estas, pero ante
aquello es necesario prevenir el auto engaño y el ser timado por algún
inescrupuloso experto. El consejo de hoy es que si vas a emprender el camino de
un nuevo conocimiento des un examen crítico a su historia, sus fundamentos, el
contexto dónde se desarrolla y conozcas las opiniones de sus detractores. La
cautela nunca está demás, sobre todo en momentos donde la posibilidad de ser
engañado por alguna clase de organización o secta peligrosa está a la orden del
día.
Para citar este artículo por favor usar:
Cárdenas, L. (6 de enero de 2019). Religión a la carta. Sobre lo humano y lo divino. https://fadailalfaqir.blogspot.com/2019/01/religion-la-carta.html
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