Reseña libre... El Bhagavad Gita

Krishna junto a Arjuna en el campo de batalla
En general, esta obra es un misterio en su origen, pues se estima que mucho antes de ser escrito era un texto recitado, es por ello que se debate muy frecuentemente su datación original que pasa desde que la esencia de la enseñanza espiritual es eterna y trascendente al tiempo, por lo que realmente no tendría origen, pero por otro lado aparecen dataciones más concretas que van desde el siglo XXX a.e.c. hasta el siglo II d.e.c. Pero de lo que definitivamente no hay oposición alguna en que es un texto fundamental en la creencia hindú.

Formalmente se le atribuye a Vyasa (llamado también Vedavyasa), que más que ser un nombre de una persona particular es un título o función, Vyasa significa simplemente “el que recopila”, esa es una versión aceptada por los estudiosos de la historia de la religión, pero por otro lado es considerada un personaje histórico-mitológico que juega un rol fundamental en la creencia hindú.

La primera vez que obtuve un ejemplar del Bhagavad Gita fue en el 2009, cuando apenas estaba en mi segundo año de los estudios de licenciatura en historia. Siempre sentí una atracción sobre esa clase de textos, pero como cualquier estudiante universitario nunca pude comprarme todos los libros que quise, en esa oportunidad tuve que escoger entre la obra sobre la que ahora relato y un libro de sufismo, aunque la elección fue difícil ya es sabido qué libro terminé por elegir...
Dos de mis ediciones del libro

En aquella edición traducida del sánscrito por Annie Besant (connotada mujer de sabiduría del ámbito de la teosofía), me encontré un mar de conocimiento que en aquel momento de mi vida no pude entender del todo, sin duda de eso nadie puede ser culpado, pues los únicos que seguramente lo comprenden a cabalidad son solamente los grandes maestros, no obstante, por medio del libro se me abrieron las puertas a un mundo totalmente nuevo, de densa sabiduría.

Años más tarde, en el 2012 seguramente, me encontré con la que seguramente es la edición del Bhagavad Gita más extendida, que luego del clásico título agrega la frase “tal como es”, me refiero a la edición de Bhaktivedanta Book Trust, traducida por A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada. Que además de la traducción va acompañada de las prolíficas notas y explicaciones del traductor. Ya con varios años intentando desentrañar los misterios del libro me pareció que el lenguaje empleado por esta edición era mucho más accesible, pasando de la filosofía pura y dura de la traducción de Annie Besant a un lenguaje mucho más pragmático en la de Swami Prabhupada. Podemos ver este contraste en la lectura comparada del texto:

BG 3.11
Annie Besant
Swami Prabhupada: “los semidioses, estando complacidos con los sacrificios, también los complacerán a ustedes, y de este modo, mediante la cooperación entre los hombres y los semidioses, reinará la prosperidad para todos.”
Annie Besant: “Alimentad a los Devas con el sacrificio y podrán alimentaros los Devas. Así alimentándoos mutuamente, alcanzaréis el Supremo Bien.”

BG 14.20
Swami Prabhupada: “Cuando el ser encarnado es capaz de trascender a estas tres modalidades asociadas al cuerpo material, puede liberarse del nacimiento, la muerte, la vejez y sus aflicciones, y puede disfrutar de néctar incluso en esta vida.”
Annie Besant: “Cuando el Morador del cuerpo transpone las tres cualidades de que dimanan todos los cuerpos, se libra del nacimiento, de la vejez de la aflicción y de la muerte, y bebe el Néctar de la inmortalidad”.

BG 18.66
Swami Prabhupada: “Abandona todas las variedades de religiones y tan sólo entrégate a Mí. Yo te libraré de todas las reacciones pecaminosas. No temas”.
Annie Besant: “Desiste de toda religiosa obligación y halla en Mí tu único refugio. No te aflijas. Yo te libraré de toda culpa”.
Swami Prabhupada

Queda fuera de lugar en este momento lo acertado de las traducciones (quizá escriba algo al respecto en algún momento), sin embargo las diferencias del simple lenguaje no generan mayor diferencia en cuanto al significado general de cada uno de los fragmentos. Sin embargo, cada traducción es funcional a los objetivos de la o el traductor, pues no es en ninguna medida un ejercicio neutro el hecho de pasar un conocimiento de un idioma a otro.

Particularmente Annie Besant era allegada al ocultismo y la filosofía, seguramente es por eso que su traducción tiende a emplear un lenguaje filosófico y deja sin traducir algunos términos sánscritos que no tienen equivalente a otro idioma.  Por otra parte Swami Prabupada crea su traducción con un claro fin proselitista, lo que es a la vez una virtud y un defecto, lo primero por ser una traducción comprensible al poseer un lenguaje más sencillo a cualquier lector y lo segundo por acomodar la traducción con un fin institucional y estático, que estrecha al lector a una interpretación única para un texto de una riqueza de significados infinitos que ha amparado a diferentes tipos de prácticas religiosas en la historia de la India.


Las ediciones sobre las que he hablado y están extraídas los fragmentos:

Vedavyasa. Bhagavad Gita. Ed Hastinapura (1997) Traducción de Annie Besant

Prabupada. Bhagavad Gita tal como es. Ed BBT. (1990) Traducción de A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada

Para citar este artículo por favor usar: 
Cárdenas, L. (10 de mayo de 2017). Reseña libro... El Bhagavad Gita. Sobre lo humano y lo divino. https://fadailalfaqir.blogspot.com/2017/05/resena-libre-el-bhagavad-gita.html

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